Actualmente nuestras ciudades y pueblos no necesitan grandes obras ni proyectos que duren veinte años hasta su realización.
Por ejemplo en Las Palmas de Gran Canaria ahora mismo necesitamos centrarnos en todos esos pequeños detalles que llenan nuestra ciudad, esos que los vecinos ven día a día, no podemos permitir que nuestros parque y jardines sigan convirtiéndose en secarrales añadiéndole mayor decadencia a la ciudad.
Del mismo modo no podemos tolerar esas carreteras que parecen coladores y las aceras que mas que parecer lo que son, aceras, parecen carreras de obstáculos.
El caso de las imágenes, que se pueden ver en esta entrada, nos sorprende ya que no entendemos como la corporación municipal permite que atrocidades estéticas como estas sigan reinando en la ciudad.
Primero debemos sentirnos orgullosos de lo que ya tenemos, luego haremos los grandes proyectos para sentirnos aun mas orgullosos de la ciudad.
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